Cuentober 2020, día 03

Magia arcana

Circe no terminaba de comprender este extraño mundo moderno.

Había vuelto a la vida hace un par de años, y aunque todavía no sabía cómo o por que había sido, podía sentir que con cada nuevo día sus poderes iban cobrando fuerza. No había hecho planes a largo plazo y no tenía prisa por fijarse objetivos. Seguía tratando de entender algunas cosas antes de decidir qué haría con esta nueva vida.

Lo que más le sorprendía era lo mucho que había cambiado la percepción del hombre sobre las brujas. Desde su regreso había estudiado esta sociedad y creía entender algunas cosas. Los dioses fueron suplantados por algo llamado entretenimiento, a lo que se entregaban con una devoción que no requería templos y revelaba mucho sobre su forma de pensar, sus miedos y aspiraciones. Pero lo más importante de todo, aprendió sobre la fascinación que muchos humanos sentían por la magia.

¡Incluso admiraban a las brujas!

Aunque claro, sus ideas de lo que era una bruja eran un tanto... peculiares. Desde ancianas que mezclaban hierbas e ingredientes extraños en una enorme olla humeante, hasta adolescentes que aprendían a hacer hechizos y pócimas en una tonta escuela.

Pero las brujas no eran lo único que parecían no entender.

¿Quién había imaginado que un fraudulento hechicero sería capaz de controlar un mundo donde había poderosas brujas? Aunque éstas dejaban mucho que desear, se sentiría ofendida si no fuera algo tan ridículo. Lo único que le gustó de esa versión eran los monos alados. Sin duda eran criaturas con posibilidades más interesantes que un puñado de hombres convertidos en cerdos...

Pero ya tendría tiempo de hacer planes. Llegado el momento, se aseguraría de que todos y cada uno de los hombres sobre la faz de la Tierra entendieran el verdadero poder de la magia y el valor de una bruja. Por fin iban a entender que el arcano conocimiento que su especie olvidó eones atrás tenía dientes más grandes y afilados que los que su limitada imaginación parecía capaz de concebir.

🄯 2020 Alberto Calvo Cuéllar