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Mostrando entradas de octubre, 2020

Cuentober 2020, día 31

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Envidia y deseo Se dejó caer a la sombra de un enorme roble. Se merecía un descanso, y aquí tendría además refugio de los inclementes rayos del sol. Estaba seguro de que cuando se hermano se percatase de su más reciente travesura iba a estar en problemas, pero en este momento eso no importaba. Había realizado otra hazaña digna de ser contada y recordada por generaciones, pero sabía también que no podía confiar en el criterio de los tontos humanos para darse cuenta de ello. Cada vez que pensaba que esos patéticos mortales dedicaban libros enteros a otros dioses y deidades, se enfurecía un poco pero, sobre todo, se llenaba de envidia y celos. ¿Cuántos de esos dioses habían corrido aventuras tan atrevidas y emocionantes como las suyas? Ninguno. Aunque le dolía admitirlo, entendía la admiración que despertaba su hermano con sus épicas hazañas y atractivo físico, y sabía que si no existiera los humanos no harían mucho caso de él o el resto de los Aesir. Había algunos libros, poemas épi

Cuentober 2020, día 30

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Aislamiento Tras un rápido vistazo, volvió a cerrar la cortina. Seguían allá afuera. No eran los mismos, claro, pero estaban juntos en esto, lo sabía. Hacía mucho que lo sospechaba, pero ahora estaba seguro. La gente de la ciudad había sido sustituída por... algo. No sabía si quedaba alguien más aparte de él, pero no podía correr riesgos. No había un modo seguro de comunicarse ni sabía cómo cerciorarse de que lo hacía con otro ser humano, así que no valía la pena intentarlo. No podía dejar de pensar en ese siniestro brillo en la mirada de aquel hombre, ese fugaz vistazo que confirmó sus temores. Lo más curioso fue que su descubrimiento lo hizo de rebote, por accidente. Salió a caminar y, mientras veía a su vecino jugando con su hijo, pensando en que sus movimientos no parecían naturales. Como iba distraído, no vio al hombre del diario, y casi lo derribó al chocar con él. Como lo tomó por sorpresa, el otro tardó un momento en reponerse, y entonces lo vio. Un instante después sus ojos lu

Cuentober 2020, día 29

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Fuerzas de avanzada El estruendo de los jets volando sobre su cabeza lo hizo alzar la vista. Mientras los veía alejarse pensó que su lugar era allá arriba, con ellos, y no como parte del rastrero grupo de asalto. Recordó la ira que lo invadió al ver la retorcida sonrisa del agente de reclutamiento que, cuando comentó que tenía licencia de vuelo y más de cien horas registradas a bordo de un Albatros, le había respondido, "El que puedas volar una vieja chatarra checa no te califica para ser piloto de nuestros modernos cazas de combate", para rematar con el comentario de que las asignaciones eran al azar y no podía garantizar que lo integrasen a la fuerza aérea. Imbécil. El L-39 era una buen avión, y era usado por todo el mundo para entrenar pilotos de combate. Aun si el reclutamiento asignaba hombres al azar a las distintas ramas del servicio, existía una razón para pedir que informasen cualquier antecedente de entrenamiento o habilidades especiales, así que ese resentido hombr

Cuentober 2020, día 28

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El canto de la sirena Sintió la suave brisa del mar en su rostro y se preguntó cómo había podido alejarse de esta vida por tanto tiempo. Volver a hacerse a la mar había sido como renacer. Solo pensar en El Vengador como su barco era motivo de una enorme dicha. No había forma de describir la emoción que lo invadió al sentir bajo sus pies como el viejo buque empezaba su suave danza sobre las olas apenas dejaron el puerto. Muchos consideraban como decadente la vida de un pirata, y la implacable persecución por parte de las autoridades había llevado a muchos al retiro, pero nunca se sintió a gusto en tierra, y por más que intentó adoptar alguna actividad legítima, pronto le quedó claro que una vida recta no era lo suyo y por fin sucumbió al canto de la sirena. Tan ensimismado estaba en sus contemplaciones, que no se había percatado de que su segundo estaba a su lado y le estaba diciendo algo. El hombre, un poco más joven que él, había navegado a su lado por casi siete años y lo conocía bie

Cuentober 2020, día 27

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Venganza Admiró la destrucción a su alrededor y río. Pero no era una risa gozosa. Era uno de esos sonidos que provocaban un estremecimiento en todos aquellos que lo escuchaban. Esto les enseñaría a no subestimarlo por su edad o apariencia. La inundación era sólo el principio. Esta ciudad, llena de enormes edificios y orgullosa de su apariencia de vanguardia, le había causado muchas frustraciones a lo largo de los años, y ahora pagarían por ello. Si tanto admiraban sus modernas estructuras, él se encargaría de que les sirvieran como sepulcro. Recordó que dos semanas atrás vivía en un lindo y tranquilo vecindario en los suburbios, feliz en el retiro, y no pudo evitar una amarga sonrisa. Ahí seguiría de no ser por ese estúpido reportero. Le tomó un par de preguntas darse cuenta de que lo que buscaba no era una simple entrevista. Pero el tono burlón de sus palabras había desaparecido muy pronto, junto con su aliento. Aunque quizás debía darle las gracias. De no ser por su expresión mientra

Cuentober 2020, día 26

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Encierro Ahora le quedaba claro que todavía había temas considerados como tabú. ¿Quién hubiera imaginado el alcance de una simple broma? No debió dejarse convencer de dedicar algún esfuerzo a convertirse en influencer . Tenía un buen trabajo y era feliz cuando no tenía presencia en ninguna red social, pero ahora, por un tonto e inocente comentario, corría el riesgo de incluso pasar un tiempo a la sombra, o al menos eso entendió de lo que dijo su abogado. Habían pasado cuarenta y ocho horas desde que estalló el escándalo, y la prensa seguía acampando frente a su casa. El interior estaba en penumbras porque no quería arriesgarse a abrir las persianas y cortinas, o siquiera a prender alguna luz. Llevaba dos días sin ver un rayo de sol. Pero aprendió su lección. Después de esto volvería a su antiguo estilo de vida. Su carrera iba bien cuando lo creían un ermitaño antisocial y no había razones para pensar que no pudiera volver a ser igual una vez que esto quedara en el olvido. La única razó

Cuentober 2020, día 25

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Helada planicie Estaba hambriento. El frío no le incomodaba, pero estaba harto de la inacabable blancura que se extendía en todas direcciones. No estaba seguro de cuando se había alimentado por última vez. Al huir se dirigió hacia el sur porque sabía que el clima haría muy difícil poder seguirlo. El sol se había vuelto una ocurrencia poco común pero no menos peligrosa, y su ausencia facilitaba perder la noción del tiempo. En realidad eso no importaba. Hacía mucho que el tiempo perdió todo significado para él. Pero sus fuerzas empezaban a menguar. Cuando atacaron su nido, la prioridad era escapar, y eso había hecho desde entonces. Ni siquiera sabía si alguien más había logrado salir del viejo sótano antes de que esos bastardos lo convirtieran en una trampa mortal. Se sentía desorientado, pero estaba seguro de que sólo debía seguir moviéndose y eventualmente llegaría a alguna parte. Su única preocupación era el hambre, porque si se seguía debilitando corría el riesgo de quedar varado en

Cuentober 2020, día 24

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Eclipse Un vistazo al lugar le bastó para entender lo ocurrido. El círculo de sal no estaba bien cerrado. Niña estúpida. Por más que le había dicho que debía tener paciencia, la muy boba insistía todo el tiempo en hacer cosas para las que no estaba preparada. Siempre fue muy impulsiva, y por fin la vida le había pasado factura. ¿Por qué a algunos les era tan difícil entender que la magia no era un juego? Debió imaginar que el eclipse lunar le daría ideas a la pobre chica, pero nunca pensó que sería tan tonta como para intentar una invocación sola y sin supervisión. No había nada que hacer. Se había ido y probablemente nadie volvería a verla. Sólo esperaba que no hubiera dejado suelto en el mundo a algún ente peligroso pero, hasta donde podía ver, no había señas de que algo hubiese cruzado de forma permanente. Tomó su botella de agua y la vació en el suelo, restregando con el pie los restos de sal. Sabía que el abuelo de la chica iría a verlo y tendría muchas preguntas, lo que siempre e

Cuentober 2020, día 23

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Encuentro La escena era terrible. La calle estaba llena de patrullas y ambulancias, y todavía se escuchaban sirenas alejándose del lugar. Algunos heridos que no fueron trasladados al hospital  eran atendidos por paramédicos fuera de l restaurant, y escuchó a alguien decir que habían sacado por lo menos cuatro cuerpos.  Desde donde estaba, tras el cerco policíaco, podía ver que los vidrios de la fachada habían desaparecido casi por completo. Había bastante gente dentro y fuera del lugar, y un par de personas tomaban fotos. Supuso que eran del equipo forense. Dos más parecían buscar algo en el piso, frente a la fachada, y policías tanto uniformados como de civil entraban y salían todo el tiempo. Uno de ellos hablaba por teléfono y recordó que Kate aún no respondía sus mensajes. Sacó su teléfono y volvió a marcar, preocupado. Otra vez el buzón de voz. Dejó otro mensaje pidiéndole que lo llamara en cuanto escuchara el mensaje. Dio vuelta y empezó a caminar. Debía asegurarse de que Kate est

Cuentober 2020, día 22

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El guardián en el pantano Mientras corría entre fango y hierbas no lograba sacarse de la cabeza esa risa, y su solo recuerdo le helaba la sangre. Será un trabajo fácil, le habían dicho. Ve a esta dirección, recoge los cuerpos, y tíralos en la parte más honda del pantano. El problema era que debía usar su auto, y para acercarse lo suficiente al lugar era mejor tener una 4x4, o al menos algo con doble tracción, pues las marismas del humedal eran traicioneras, sobre todo en esta época del año, pero su jefe se rió cuando sugirió que le consiguieran una. "Seguro te las arreglarás", le había dicho mientras le daba una palmada en el hombro. Avergonzado, no dijo una palabra más y decidió llevar su auto. ¿Qué era lo peor que podía pasar? Quedarte atorado, idiota, eso era lo peor que podía pasar. Su auto se había atascado a unos cincuenta metros de donde esperaba llegar, y jamás podría sacarlo de ahí sin ayuda. Detestaba hacer esta clase de trabajos solo, sobre todo de noche, pero sabí

Cuentober 2020, día 21

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El libro de los pecados Al ver la vereda cubierta de hojarasca recordó por qué el otoño era una de sus épocas favoritas del año. Cerró la cortina y se alejó de la ventana. Tenía mucho por hacer. Mientras caminaba hacia la biblioteca —su biblioteca, se recordó a sí mismo— miró a su alrededor. La vieja mansión era un lugar espléndido, y debía considerarse afortunado de que su tío hubiera pensado en él al hacer su testamento, aunque no podía sacudirse la idea de que era un lugar demasiado grande para una sola persona. Hacía menos de un año que había enviudado, y todavía no lograba reponerse de la pérdida, pero en las pocas semanas que llevaba instalado aquí había hecho progresos considerables, y confiaba en que pronto hallaría el modo de solucionar esa situación. Entró a la biblioteca y cerró la puerta tras de sí. Caminó hasta el escritorio y se sentó. Sacó la llave para abrir la gaveta inferior, de donde extrajo un enorme volumen que depositó sobre la mesa con cierta reverencia, y re

Cuentober 2020, día 20

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Hallazgo Se detuvo a la entrada del invernadero, admirando el modo en que los reflejos de la suave luz del atardecer iluminaban las plantas y flores, y no pudo evitar pensar que era como ver una pintura impresionista. Respiró hondo antes de entrar, pues sabía lo que le esperaba al interior. Por los rostros de los uniformados con quienes se acababa de cruzar, sabía que era malo, y aun así lo sorprendió el acre hedor a putrefacción que impregnaba el ambiente, algo que parecía no tener lugar aquí, compartiendo espacio con la belleza que instantes antes se detuvo a admirar. Con un poco de esfuerzo logró sofocar las nauseas y caminó hacia el fondo por un estrecho pasillo. Al final de éste encontró el lugar donde el forense y sus asistentes aún trabajaban. Se detuvo antes de invadir el espacio donde se movían, tomando fotos o recogiendo muestras del suelo. No necesitaba acercarse más. Desde ahí podía apreciar a la perfección la dantesca escena que de cierto modo ya esperaba. Una maraña de cu

Cuentober 2020, día 19

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Trampa letal Miró hacia abajo y maldijo entre dientes. Tragó saliva y trató de aferrarse con más fuerza a la soga. Desearía tener cerca una pared para golpearse la cabeza contra ella. Había sido un estúpido. No podía creer la facilidad con que cayó en la trampa. No sabía quién podía odiarlo tanto como para torturarlo con estas elaboradas trampas, pero sin duda era alguien que lo conocía bien. Usar la voz de Julie para atraerlo resultó una efectiva añagaza. Requirió habilidades casi de contorsionista para escapar de aquel estrecho túnel, y al final no sirvió de nada, pues ahora colgaba a varios metros de altura sobre lo que parecía agua, aunque con esta luz era difícil estar seguro. Tenía los brazos entumidos y no sabía cuánto tiempo más podría sostenerse. Volvió a mirar hacia abajo y sacudió la cabeza, convencido de que si no lo mataba la caída, moriría ahogado. Haría falta la intervención de un ente celestial para salvarlo. Celestial. No pudo evitar pensar en Julie y sonreír con un de

Cuentober 2020, día 18

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Sanguinario heredero El familiar peso de su espada en las manos lo llenaba de dicha. Con un rápido movimiento en arco eliminó a dos oponentes más y rió al ver que el resto emprendía la retirada lanzando temerosas miradas en su dirección. Tras varias semanas sufriendo el aburrido aislamiento que va de la mano con las labores diplomáticas, encontraba refrescante poder quitarse las ataduras y dar salida a su estrés en el campo de batalla. A veces deseaba que su padre se olvidara de la idea de entrenarlo para llevar las riendas del reino, pero sabía que era una responsabilidad que no podría evitar para siempre. Le consolaba la idea de que, al menos por ahora, tenía frente a sí un reto que no requería el soso trabajo de la corte. Mientras sus hombres perseguían a las tropas enemigas, envainó su espada y caminó hacia el paje que se acercaba con su caballo. Alzó la vista al cielo, usando una mano para reducir el deslumbrante efecto sobre sus ojos, y volvió a contemplar la misteriosa estrella

Cuentober 2020, día 17

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Engañosa bohemia Tras una semana aquí, estaba convencido de que esta época no era lo que esperaba. Se sentía frustrado, así que salió una vez más a recorrer la plaza. En los últimos días lo había hecho varias veces y ya le era familiar, pero eso no le servía de nada.  La ciudad estaba rodeada de lindos paisajes y la arquitectura era... interesante, pero él era un escritor, no pintor. Hablando de pintores, no había artistas o escuelas de arte en la localidad. ¡Ni siquiera había algún bar donde convivir con artistas o pensadores! Su casa estaba bien, pero no tenía idea de que hacer con sus días. Cuando quiso explorar los barrios populares se topó con miradas de desconfianza, por lo que temía por su seguridad en caso de que pudiera hacer una pregunta incorrecta a la persona equivocada. Además, por lo que había visto, no había forma de socializar con alguna mujer si no era en esos tontos y aburridos eventos sociales en que todas vestían esos estorbosos miriñaques. La vida bohemia que creyó

Cuentober 2020, día 16

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Madrina Esto no iba nada bien. Tenía que hallar el modo de generar algo de simpatía en su siguiente audiencia con el concilio, o todo acabaría mal. Nadie parecía creer en su historia de que era una víctima inocente, y el hecho de que sus únicos testigos fueran unos ratones incapaces de declarar sólo complicaba las cosas. Se mesó una vez más los dorados cabellos mientras caminaba de un extremo a otro de su celda. Se detuvo y apoyó la cabeza en la pared, con más fuerza de lo que quizás hubiera querido, pero no pareció importarle. Tenía ganas de llorar. ¿Cómo pudo ser tan estúpida? Debió darse cuenta de que el trato ofrecido era demasiado bueno, que debía haber alguna trampa. Un vestido espectacular, una elegante carroza, pajes para asistirla, y la oportunidad de pasar una velada de ensueño al lado del príncipe. ¿Quién hubiera dicho que no? Pero en ese momento le había resultado imposible desconfiar de esa amable y sonriente señora. De verdad parecía sincera y era muy simpática. ¿Cómo dia

Cuentober 2020, día 15

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Al otro lado del espejo La sola idea de atravesar el espejo parecía ridícula, pero tras un rato en este estúpido mundo de paradoja, los adjetivos que le venían a la mente eran mucho menos amables. Desde que llegó aquí se había encontrado con un gato demente, insectos parlanchines, y una temible liebre asesina. Todas ellas parecían criaturas salidas de una pesadilla, pero la cálida humedad en su costado, justo debajo de las costillas, era un doloroso recordatorio de que eran reales y muy peligrosas. Le tranquilizaba que la herida parecía superficial, porque estaba muy cerca de su hígado. Escuchó con atención mientras veía la vereda por donde había corrido. No podía confiarse, porque no conocía el lugar. Alzó la vista y miró con esperanza el castillo que asomaba entre los árboles. Si lograba llegar hasta ahí, seguro estaría a salvo, o al menos hallaría a alguien que pudiera ayudarla. Suspiró y caminó en esa dirección, preguntándose que encontraría al llegar ahí. Parecía un lindo lugar, c

Cuentober 2020, día 14

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Una Relación Especial Rick hizo una pausa y se estiró, arqueando la espalda. Ésta tronó de forma audible y de inmediato sintió que la tensión se relajaba un poco. Tomó otra vez la espátula para raspar una plasta blancuzca y siguió limpiando el piso todavía mojado. Nunca se había quejado de tener que limpiar la casa al día siguiente a una reunión, y no iba a empezar ahora. No poder quejarse no era una elección, aunque nadie lo entendiera. Cuando le preguntaban cómo iba todo con Agnes, él respondía "no me puedo quejar", lo que provocaba risas a pesar de no ser un chiste (al menos no para él, quizás para ella sí), y recibía miradas con una mezcla de asombro y admiración, como si lo suyo fuese envidiable. Lo peor es que era consciente de que hasta hace unos meses habría dicho que lo hacía con amor, y hubiera sido cierto. Suspiró resignado, no había nada más que hacer. La casa debía quedar reluciente antes de que ella volviera del aquelarre, o lo echarían a los lobos. Literalmente

Cuentober 2020, día 13

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Héroe de leyenda El dragón fue una decepción cuando lo vio por primera vez pero, pensándolo bien, le venía bien que no fuera como lo había imaginado. La criatura era imponente. Su reptante figura se movía más rápido de lo que hubiera imaginado, y los estragos que provocó a lo largo de la muralla eran considerables, así que no quería imaginar lo que hubiera sido si además volase. Los civiles se habían retirado al interior de la fortaleza horas antes, y la guardia hizo lo que pudo para retrasar su avance, pero no estaban preparados para enfrentar a una bestia gigante. El grueso de las tropas se retiró a los parapetos principales a preparar una estrategia. Si él fallaba, serían la última defensa de la ciudad. Fue descuidado de su parte esperar a que alcanzara el valle. En cuanto corrieron los rumores de su escape de la mítica prisión en lo profundo de la montaña debió acudir a cortarle el paso antes de que pusiera a alguien en peligro. Pero el daño estaba hecho y sus lamentaciones no serv

Cuentober 2020, día 12

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Nuevo mundo, nueva vida Le sorprendió la higiene del lugar. No esperaba hallar nada de glamour, claro, pero pensó que encontraría una sucia pocilga, y la verdad es que el lugar no estaba nada mal. Tal vez la vida en este nuevo mundo no sería tan mala después de todo. Durante el trayecto en carreta desde el barco lo que más le había sorprendido era el espacio. Claro, la ciudad era nueva, pero no se parecía en nada a las apretadas y ruidosas urbes europeas que conocía. Antes de decidirse a emigrar había hablado con un par de marinos y supo que en estas tierras había leyendas que hablaban de magia y extrañas criaturas, lo que la tranquilizó un poco. Tal vez aquí su don no la convertiría de inmediato en el blanco de persecuciones. Antes de tocar tierra el capitán le externó su preocupación por dejar a una dama sola en este tierra pagana llena de apóstatas y herejes, sobre todo porque la ciudad en que planeaba quedarse no tenía siquiera una parroquia o sacerdote. Tuvo que reprimir una risa.

Cuentober 2020, día 11

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Refugio Siempre quiso vivir junto al mar, pero no de esta manera. Pasar el día encerrado, o siquiera en las cercanías del viejo faro, era algo que no ayudaba a mejorar su humor, así que salió a caminar con la esperanza de que la brisa marina lo ayudara a disipar las nubes en su cabeza. Se llevó un cigarrillo a la boca, pero esa misma brisa apagaba el cerillo y le tomó tres intentos poder encenderlo. Había pasado parte de la mañana recogiendo ramas para poder prender un fuego por la noche, y los manojos habían quedado bien apersogados cerca de la chimenea. Las noches en la pequeña isla rocosa eran frías y necesitaba una fuente de calor, pero más allá de eso le parecía escalofriante la idea de pasar la noche solo y en total oscuridad en ese viejo y decrépito lugar. Si todo salía bien, serían sólo un par de días, tres a lo más, pero si no... No tenía caso pensar el ello. El plan se había ido a pique y en buena parte fue su culpa, pero no había nada que hacer. De no ser por su soberbia, qu

Cuentober 2020, día 10

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Provisiones Pocas cosas causan una impresión tan grande como ver a un no-muerto destripar a un hombre. No había escuchado gritos, lo que le pareció extraño, pero por la mueca en el rostro de Tom y la posición de sus brazos comprendió que había sufrido un infarto, quizás cuando el zombi, oculto de algún modo en el baño, lo había sorprendido. Debió tenerlo encima antes de darse cuenta, y no sólo fue incapaz de defenderse, sino que ni siquiera pudo gritar. Aguantó las ganas de vomitar y tragó saliva. Levantó su mazo y con un certero golpe aplastó la cabeza de la criatura. El sonido y la visión resultantes fueron demasiado, y descargó el contenido de su estómago encima de ambos cuerpos. Usó una manga para limpiarse la boca, pero eso no eliminó el sabor a bilis. Se acercó al lavabo para lavarse la cara, llevándose un poco de agua a la boca para enjuagarla. Buscó con la vista el rifle de Tom y lo vio recargado en la pared. Lo tomó y se lo colgó al hombro, levantó su mazo y se dirigió al exte

Cuentober 2020, día 09

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Escape Era un diseño rudimentario, pero dadas las circunstancias era lo mejor que podía hacer y tendría que ser suficiente. Había tomado la decisión de abandonar la isla lo más pronto posible, y esta tormenta eléctrica era su mejor oportunidad. La arboleda a los lados del estrecho sendero sería como una especie de campo de pararrayos. La fuerte actividad eléctrica de las próximas horas bastaría para alejar a los mutantes lo suficiente como para llegar al muelle y ver si el primitivo mecanismo que construyó para impulsar su bote estaba a la altura de sus necesidades. Ya había pensado en hacer algo así, pero el problema era llevarlo hasta el agua sin ser interceptado por los mutantes que merodeaban su campamento. La idea de escapar durante la tormenta la tuvo un par de semanas atrás, cuando vio a las extrañas criaturas huir aterrorizadas luego de que un relámpago derribó aquel árbol. Fue como tener una epifanía. Nunca antes los había visto abandonar las inmediaciones del sendero, desde d

Cuentober 2020, día 08

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Naufragio La suave música de piano proveniente del comedor era una etérea e inusual banda sonora para la grotesca escena visible desde la cubierta. Más que asustada, Samantha estaba confundida, y ni siquiera era por el impresionante Kraken (¿cómo sabía su nombre?) surgido del vórtice que se abrió en el mar, que apenas unos minutos antes estaba en completa calma. Otros pasajeros señalaban a la criatura y gritaban, presas del pánico, tratando de atraer la atención de la tripulación y otros pasajeros. Y claro, no podían faltar los idiotas que sacaron el celular para compartir el momento en sus redes sociales y transmitir un video. Video... eso podía ser un problema. Fue Karla quien la convenció de irse de vacaciones, de tomar ese crucero por el Caribe con el que llevaba años fantaseando. Le había asegurado que sus visiones y los extraños sucesos de las últimas semanas eran producto del estrés, y que al volver se sentiría como nueva. ¿Qué diría ahora su mojigata y tonta vecina si viera est

Cuentober 2020, día 07

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Concierto El precio pagado fue su alma, pero seguía pensando que valió la pena. Aprovechó el solo de guitarra para tomar un respiro y contempló a su embelesada audiencia. El reverente silencio que había precedido al inicio de la presentación se vio roto por la explosión de euforia surgida en unísono de centenares de gargantas al sonar los primeros acordes. Ahora, a mitad de la tercera canción, el hechizo se sostenía firme. Ni siquiera ella, que era parte del espectáculo, podía evitar admirar la sublime interpretación de sus compañeros de banda.  Suspiró y tomó un poco de agua. El solo se acercaba a su fin. Revisó su micrófono y se alistó para volver al frente y seguir cantando. Antes de hacerlo cometió el error de lanzar una rápida mirada a un costado del escenario. De pie, con el rostro oculto entre las sombras, estaba el siniestro individuo que les exigió firmar su contrato con sangre. Por alguna razón él no la incomodaba ni la hacía sentir atemorizada, pues había hecho las paces con