Cuentober 2020, día 09

Escape

Era un diseño rudimentario, pero dadas las circunstancias era lo mejor que podía hacer y tendría que ser suficiente.

Había tomado la decisión de abandonar la isla lo más pronto posible, y esta tormenta eléctrica era su mejor oportunidad. La arboleda a los lados del estrecho sendero sería como una especie de campo de pararrayos. La fuerte actividad eléctrica de las próximas horas bastaría para alejar a los mutantes lo suficiente como para llegar al muelle y ver si el primitivo mecanismo que construyó para impulsar su bote estaba a la altura de sus necesidades.

Ya había pensado en hacer algo así, pero el problema era llevarlo hasta el agua sin ser interceptado por los mutantes que merodeaban su campamento. La idea de escapar durante la tormenta la tuvo un par de semanas atrás, cuando vio a las extrañas criaturas huir aterrorizadas luego de que un relámpago derribó aquel árbol. Fue como tener una epifanía. Nunca antes los había visto abandonar las inmediaciones del sendero, desde donde vigilaban sus movimientos.

Llevaba consigo todo lo importante, pues la idea era no volver jamás, y había cargado suficientes provisiones para pasar un par de días en el mar. Esperaba llegar a la costa en unas horas, pero prefería ser cauteloso. Echo un último vistazo a lo que había sido su hogar por más de diez semanas. Se veía raro sin sus cosas pero, si todo salía bien, no lo extrañaría. Reviso con cuidado que sus provisiones estuvieran bien sujetas y que la esponjada cubierta aislante de su carromato estuviera en su lugar antes de sentarse al volante.

La tormenta cobraba fuerza, así que las criaturas ya debían estar asustadas. En cuanto un relámpago cayera cerca del camino saldrían corriendo, así que debía estar listo. Jamás pensó sentir tanta anticipación por internarse en el bosque en medio de una tormenta eléctrica, pero tiempos desesperados requerían medidas a la altura. Si su aislante, cálculos o presunta comprensión del temor de las criaturas estaban equivocados... sería mejor no pensar en ello.

Echó a andar el motor y tomó los binoculares para revisar el terreno cercano mientras esperaba el trueno que sería su señal de salida.

🄯 2020 Alberto Calvo Cuéllar
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