Cuentober 2021, día 21: Atentado
Vendetta personal
El vidrio en el suelo crujía bajo sus pies mientras recorría la escena.
Ya se habían llevado los cuerpos y los heridos iban rumbo al hospital, pero aún había rastros de sangre entre el vidrio y los escombros. Se detuvo ante los restos de un enorme candelabro y volteó a ver el techo, de donde había caído.
Desde ahí giró un poco para ver a su alrededor y sacudió la cabeza.
Conocía el lugar, y en este momento era difícil visualizarlo como el elegante y lujoso salón que era el orgullo del viejo Vanelli. Ahora era sólo una grande y confusa escena de un crimen.
Los testigos mencionaron una explosión en la parte de atrás antes de que llegaran los hombres armados. Estaba claro que había sido un golpe planeado y que Vanelli era el blanco, pero la lista de sospechosos era tan larga que era casi como si no hubiera una.
Siguió caminando entre la crujiente grava que alguna vez fue lujosa cristalería.
Su compañero se le acercaba desde el otro lado del salón, donde había interrogado a algunos de los empleados, y cuando cruzaron miradas negó lentamente con la cabeza.
Mierda.
Nadie sabía donde estaba Gino, el hijo mayor de Vanelli, y eso eran malas noticias. Se trataba de un tipo de mal ceño y peor carácter, y si decidía convertir esto en una vendetta e iniciar una guerra contra una familia rival, las cosas se iban a poner feas.
Lo único peor que no contar con pistas para realizar su investigación era esa sensación de que estaba a punto de convertirse en espectador de una guerra de pandillas.
Pero, como policía, ni siquiera podía darse el lujo de salir de la ciudad por algunos días, o quedarse en casa y salir sólo cuando fuese estrictamente necesario.
Le gustaría, claro, pero el capitán jamás se lo permitiría.
Sin decir palabra, cuando su compañero llegó junto a él le hizo una seña con la cabeza y se dirigieron hacia la salida. Necesitaba un cigarro.
🄯 2021 Alberto Calvo Cuéllar
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