Cuentober 2021, día 5: Rescate

El Príncipe y la traición

Las ramas del gigantesco arbusto espinoso que se alzaba ante el castillo caían bajo los golpes de la espada del caballero.

A pesar de que el príncipe estaba agotado, su determinación por seguir adelante se mantenía inquebrantable. Aun así, admitía que pensó que después de matar al dragón el resto sería fácil.

Apretó los dientes y se sacudió esa idea de la cabeza. No había llegado tan lejos para rendirse ahora, y si había sobrevivido a aquella enorme bestia y sus temibles embates de fuego y colmillos, nada en el interior del castillo lo haría volver atrás.

Estaba consciente de la importancia de su misión. El futuro de los cinco reinos pendía de un hilo.

La princesa Aurora, como última sobreviviente de su familia, era la única capaz de pedir ayuda a los elfos que pactaron con sus ancestros. Si lograba llegar al centro del castillo y despertarla, juntos podrían inclinar la balanza de la guerra a favor de los reinos aliados.

Claro que algo más que alimentaba su determinación a no parar hasta lograr su objetivo, y es que hay pocas motivaciones más fuertes que la culpa. Nadie lo sabía, pero por eso insistió en ir solo en esa misión de rescate. Tenía razón al insistir en ello, pues el dragón mencionó su secreto, así que si alguien lo hubiera acompañado la verdad se habría revelado.

Siempre podía deshacerse de sus acompañantes y culpar a alguna de las muchas bestias encontradas a lo largo del camino, pero prefería evitar algo así. Después de todo, ¿qué caso tendría ir en busca de la redención si para obtenerla debía cometer nuevos pecados?

Una última rama cayó y reveló el portón de palacio. Lo abrió y suspiró aliviado al toparse con un salón desierto. Cada vez estaba más cerca de poder rescatar a la princesa y volver a casa, quizás al frente de un ejército de elfos. Se reafirmaría su condición de héroe ante los demás, y él mismo podría volver a considerarse como uno.

Mientras atravesaba los desiertos salones del palacio rumbo a las escaleras, se preguntó si la princesa sería bonita. Quizá era momento de pensar en sentar cabeza y dejar atrás su vida de aventuras. Pero primero lo primero. Si salvaba a los cinco reinos sin que se supiera de su papel en el regreso de los hechiceros, ya tendría tiempo de pensar en su futuro y hacer planes al respecto.

Un escalofriante alarido inhumano retumbó por el desierto palacio y lo sacó de sus contemplaciones.

Desenfundó otra vez su espada y se puso alerta sin dejar de avanzar. Desde que emprendió el viaje sabía que el camino a la redención no sería sencillo, y se mantenía firme en la convicción de que iba a solucionar las cosas o morir en el intento.

🄯 2021 Alberto Calvo Cuéllar

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