Cuentober 2022, día 17: Cabaña (ramas, sangrante, casa)

Descanso natural

El crepitar de las ramas y su incesante golpeteo contra la ventana la tenía con los nervios de punta.

Cuando su cuñada le ofreció la cabaña para descansar mientras se recuperaba del accidente, la idea le encantó. La había visitado en un par de ocasiones, y desde entonces se enamoró del paisaje. La colina dominaba un extenso valle rodeado de arboledas. Le encantaba la tranquilidad del lugar y lo fresco del aire lejos de la ciudad, y caminar por sus veredas era una experiencia relajante.

Además, decir que se trataba de una cabaña era estirar demasiado el término, pues contaba con electricidad, wifi y agua corriente. El mobiliario y electrodomésticos no eran distintos de los que podía hallar en cualquier casa de los suburbios, así que tampoco extrañaba las comodidades de su vida diaria.

Lo que la había tomado por sorpresa fueron las noches. Ahora que el verano se acercaba a su fin, el suave viento que solía mecer las copas de los árboles soplaba con mayor fuerza, y su intenso ulular en la oscuridad creaba una atmósfera extraña y un tanto siniestra. Nunca imaginó que podría extrañar la vista de calles y saber que tenía vecinos.

Cerró el libro que tenía en las manos. Hacía rato que no ponía atención a su lectura. Lo dejó caer a su lado en el sillón y suspiró con cansancio. Sabía que no ayudaría, pero subió el volumen de la música esperando que ocultara los ruidos del exterior.

Era su tercera noche ahí, y aún no se acostumbraba a ellos. Le costaba trabajo quedarse dormida, incluso con los airpods puestos. Distraídamente recorrió con un dedo la cicatriz en el índice de su otra mano, producto de cortarse mientras preparaba la cena aquella primera noche.

El tétrico lamento del viento la había sobresaltado de forma poco natural, y la vista de aquella sangrante herida le recordó la angustia que sintió durante los minutos que estuvo atrapada en su auto luego del accidente. Pero no quería seguir pensando en ello, así que prendió la televisión y abrió uno de los servicios de streaming.

El menú la hizo soltar un bufido y una risa nerviosa. Las primeras tres opciones en la sección de "recomendadas para ti" eran películas de terror. Sacudió la cabeza y siguió escroleando. Era fan del género, pero esta noche no, no señor. Buscó la sección de comedias y se dispuso a olvidarse de todo.

🄯2022 Alberto Calvo Cuéllar