Cuentober 2022, día 2: Desierto (docena, arena, asfixiar)
La larga marcha
Con mucho esfuerzo se levantó y, tras escupir un poco de arena, siguió andando.
No faltaba mucho para el atardecer, así que el calor ya no era un problema mayor, pero el cansancio y deshidratación complicaban su avance.
Su brazo derecho colgaba inútil a su costado y su cuerpo era una suma de nudos y moretones. El dolor era tal que ya no distinguía la media docena de heridas que tenía en el cuerpo, además de que estaba cubierto de la viscosa mezcla de arena y sangre a la que ya se había acostumbrado.
Al alcanzar la cima de una duna miró a su alrededor. No había forma de saber dónde estaba, pero al menos tenía el sol a su izquierda, así que estaba seguro de que iba hacia el norte. Recorrió con la mirada el horizonte. Estaba desarmado y le preocupaba que alguien pudiera ir tras de él, pero a su alrededor sólo había arena.
Mirar atrás lo hizo recordar el momento de su caída. Revivió la angustia que sintió mientras rodaba duna abajo enredado en los estribos de su caballo, y la desesperación que lo invadió al quedar sumergido en la arena. Aquellos segundos se habían sentido eternos, pues estaba seguro de que se iba a asfixiar.
Pero no había sido así. Exhausto, se había quedado tumbado junto al cadáver de su corcel escuchando la batalla que se libraba no muy lejos de donde estaba. Se quedó dormido y cuando abrió los ojos el sol ya iba en descenso. El silencio sólo era roto por el susurro del viento y la arena deslizándose entre las cambiantes dunas.
Entre los muertos encontró un par de cantimploras con agua, y no halló a nadie con vida. Su regimiento podía haber seguido avanzando en dirección sur, aunque tampoco podía descartar que hubieran echado marcha atrás hacia alguno de sus campamentos.
A la distancia, hacia el sur, se veía una tormenta de arena, y por ello decidió volver al norte, aunque ahora ya no estaba seguro de haber tomado la mejor decisión. Pero ya no había marcha atrás.
Bebió un poco de agua y siguió andando con la vista fija en aquel horizonte que parecía mofarse de él al no permitirle acercarse sin importar cuanto avanzara. Pero no le importaba. Pensaba conquistarlo o morir en el intento.
🄯2022 Alberto Calvo Cuéllar
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