Cuentober 2022, día 30: Bruma (correa, silueta, velo)

Caminata nocturna

Levantó el cuello de su chaqueta para protegerse mejor del frío aire nocturno.

Por lo regular encontraba relajantes aquellas caminatas nocturnas cuando salía a pasear al perro luego de un arduo día de trabajo, pero hoy se sentía algo raro en el ambiente. El vecindario estaba más callado que de costumbre, y el usualmente apagado ulular del viento helado añadía un tétrico toque a una noche brumosa.

El efecto como de neblina envolvía todo en un pálido velo que parecía esconder secretos, e incluso Orión parecía sentir que algo no estaba bien. Por lo regular le emocionaba salir y amenazaba con arrastrarlo por la calle, pero hoy avanzaba muy despacio, como si no quisiera alejarse de él. Incluso tuvo que hacer algo inusual y recoger un poco la correa para evitar que ésta se enredase en sus piernas.

Por fin alcanzaron el final del parque, que era el punto más lejano al que llegaban antes de dar vuelta y volver a casa. Suspiró aliviado, pero mientras daba la vuelta, de reojo le pareció ver algo entre la neblina, como una silueta de algo o alguien que los acechaba entre las sombras, pero no estaba seguro.

Se detuvo un momento, tratando de distinguir algo, pero entre la oscuridad y la neblina era imposible ver más allá de unos cuantos metros. No parecía haber nada ahí, pero eso no lo tranquilizó. Sentía que lo observaban, y la callada y sumisa actitud de Orión le hizo pensar que estaba de acuerdo con él.

Un escalofrío recorrió su espalda, así que en vez de quedarse a pensar el ello, dio vuelta y empezó a andar en dirección a casa con un paso bastante más apresurado que con el que habían llegado hasta ahí. A la distancia escuchó perros ladrando y, sin mirar atrás, animó a Orión a acelerar el paso, lo que el perro hizo sin necesidad de insistir.

Pasara lo que pasase, sólo estaba seguro de una cosa: no pensaba mirar atrás.

🄯2022 Alberto Calvo Cuéllar