Cuentober 2022, día 9: Genio (tejido, botella, paraíso)
Añoranza y deseos
Era increíble poder olvidarse para siempre de aquella maldita botella.
Había pasado una eternidad desde la última vez que fue libre, y no era hipérbole. El mundo era un lugar muy distinto a lo que había conocido, y los ocasionales vistazos que había tenido a lo largo del tiempo no eran preparación adecuada para experimentarlo.
El gozo causado por su nueva libertad se había visto templado por la melancolía que lo invadió al recordar que estaba solo en este mundo. La gente que amó y todo lo que alguna vez conoció se había perdido para siempre en las arenas del tiempo, y el paraíso al que alguna vez llamó hogar era ahora un sueño distante.
Pero, cumplido su castigo, merecía un poco de paz. Lo primero que haría sería irse de viaje. No había forma de descubrir qué quería de este mundo sin antes conocerlo, así que eso es lo que iba a hacer. Vería aldeas y ciudades, pasaría años recorriendo caminos vigentes y olvidados, y visitando cuanta maravilla natural estuviera a su alcance.
Deseaba empaparse de distintas culturas, conocer todas sus comidas y tradiciones, y experimentar los muchos climas distintos. Se iba a tomar su tiempo, sin presiones o preocupaciones que fueran más allá del aquí y ahora.
Sus poderes estaban disminuidos, pero aún bastaban para afectar el tejido mismo de la realidad de formas que los humanos no podían imaginar, y no era una exageración pensar así. Después de todo, tras siglos cumpliendo los deseos de todo infeliz que hallase su botella, sabía bien que la mayoría tenían imaginaciones muy limitadas.
Chasqueó los dedos y al instante apareció un libro en sus manos. Comenzó a ojear la guía de viaje, preguntándose a dónde debía ir primero.
🄯2022 Alberto Calvo Cuéllar
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